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domingo, 20 de junio de 2021

Dioses de la Destrucción, Alpha & Omega by Manuel J. Iniesta

Escrito e Ilustrado por Manuel J. Iniesta





Alpha se acercó al altar tembloroso, sudando, temeroso de lo que pudiera acontecer, pero eran mas fuertes sus sentimientos, esos que lo hacían levantarse en plena noche para tocarse mientras pensaba en Omega.


Alpha no dejaba de mirar la estatua de su amado al lado del alto pensando que no hacia justicia a su bello rostro.

Aún así acerco su mano para tocar el rostro frio de su amado tallado en mármol, y no pudo sino esbozar una ligera sonrisa. Era innegable sus sentimientos, estaba enamorado de otro dios, y sabia muy bien lo que significaba eso.


En ese instante entró Omega, con su paso firme y autoritario. Sus sentimientos fuertes inundaban la sala como un néctar que podía saborearse. Se acerco a donde estaba Alpha y lo miró con desdén, pero sin evitar el sonrojarse.

Alpha lo notó y le sonrió, esto desmonto el corazón de Omega, que apartó la mirada, pero sentía como si se le fuera a salir del pecho.


Alpha le cogió de la mano y en un tono cálido de voz le dijo 



“Ambos sabemos que no debemos, somos Alpha y Omega, dioses del fin, pero ¿acaso podemos pelear contra nuestros corazones?”


Estas palabras dejaron a Omega en catarsis. Casi sin controlarlo, acerco sus labios a los de Alpha y lo besó. Alpha sorprendido rodeo el cuello de Omega para non soltarlo y juntos se fundieron en un beso que iniciaría el final y principio de todo. 


Omega agarró por la cintura a Alpha liberando de su túnica y dejando su increíble lanza al descubierto, Alpha hizo lo propio con Omega quedando los dos dioses desnudos, uno frente al otro, solo vistos por las estatuas del altar.

Cuando Alpha iba a acariciar la verga de Omega, este lo detuvo, no hubo tiempo de duda ya que Omega agarró del brazo a Alpha y lo llevo hasta sus aposentos, era la primera vez que estaría con su amado y merecía la pena hacerlo en sus aposentos y no tan vulgar como en un altar.


Ya los dos tendidos en la cama, empezaron a acariciarse. Alpha paseo su mano por los abdominales de Omega, casi como si los contara. Este se sentía totalmente a la merced de Alpha. Esta vez Alpha si bajó hasta su lanza y paseó sus dedos suavemente hasta que la agarró como si un mástil se tratara, cruzaron sus miradas y se besaron.


Omega siempre se sentía que Alpha lo dominaba, su carisma y carácter doblegaban al titán de Omega, pero a este ultimo no le importaba, estaba enamorado de él, por lo tanto, se dejó dominar, al menos esta vez.


Sabiéndose poseedor del control, Alpha, lo disfrutaba, y con su mano izquierda acariciaba el rostro de su amado, mientras deslizaba con su lengua hasta topar con la lanza de Omega. 

Alpha introdujo la verga de Omega en su boca, recubriendo suavemente con su lengua. Este ultimo solo podía aceptarlo, y resoplar presa de su excitación y sobrepasado en su lujuria.

Con una pasión y una técnica digna de un dios, Alpha continuaba demorando la lanza de Omega, mientras su mano acariciaba suavemente los testículos de Omega, para que este ultimo no dejara de sentir su pasión.


Alpha se sabia poseedor de todo y con esa premisa continuó. Omega posó sus manos sobre la cabeza de Alpha a lo que este respondió acelerando sus movimientos. Omega se retorcía de placer, cada fibra de su cuerpo media vaciarse en ese momento, y no pudo aguantar la pasión de su amado, cuando éste en un grito de pasión, vació todo su ser sobre la boca de Alpha, que sin inmutarse solo se relamió como si disfrutara del mas preciado de los néctar de los dioses.

Y sonrió, esa sonrisa, enamoraba a Omega y lo enloquecía de placer.


Alpha levantó suavemente las piernas de Omega e introdujo su pene en su interior. Ambos gritaron de placer al sentirse por fin tan unidos. Los dos lo deseaban con toda su pasión, como dejaban claro las embestidas de Alpha. Ambos amantes sudaban todo el placer que se estaban profesando en ese momento, se sentían el centro de la creación.


La verga de Omega volvió a erigirse, por lo que Alpha sin cesar en sus embestidas, al mismo tiempo la agarró y empezó a masturbar a Omega. Alpha agarró la cadera de Omega con la mano que aún le quedaba libre, acomodándolo, para permitirse un punto de apoyo mientras penetraba a Omega.


La habitación ardía, la temperatura, subía y el clímax del apocalipsis se aproximaba. Ambos amantes notaban el calor del ambiente, lo que aumentaba de sobremanera su excitación y pasión. Alpha notaba que no podría contener su orgasmo mucho tiempo, por lo que aumentó más el ritmo de las embestidas. En ese instante ambos amantes se gritaron al unísono


“TE QUIERO”


Y justo en ese preciso momento, en esa partícula de segundo exacta, en un gesto conjunto, un grito ensordecedor de ambos inundó la habitación.

Los dos amantes volcaron todos sus sentimientos al unísono uno en el otro, se miraron, se besaron, se amaron, aún excitados por sus sentimientos.

Era amor verdadero, pero todo amor conlleva una consecuencia.


Alpha y Omega, nunca debieron estar juntos, el inicio y el final nunca debieron tocarse y el universo colapsó alrededor de los amantes. Devorándolo todo en una implosión que acabó con cada rastro que los rodeaban.


Pero como en toda destrucción, hay un punto de creación. Y una partícula se creó, y de ella la vida nació. 


Casi como si el amor de Alpha y Omega le hubiera insuflado vida.


A este colapso olvidado de dos amantes se le llamo con el tiempo Big Bang, pero recordemos que esta historia de amor aún siendo prohibida, era tan hermosa que el propio cosmos decidió crear vida a partir de ella.




martes, 4 de mayo de 2021

Remember Me… forever by Manuel J. Iniesta

Todo estaba tranquilo esa noche, nuestro protagonista se había ido a la cama, con total normalidad y a una hora adecuada para su descanso. Ninguna preocupación ocupaba su mente al ir a dormir. Se sentó en su cama y se quitó los calcetines y la parte de arriba de su pijama, algo que siempre hacia antes de meterse en la cama, posiblemente alguna manía heredada de su infancia.

Ya en el interior de la cama y habiéndose acomodado se durmió con excesiva facilidad, como venia siendo habitual en él.


Nuestro relato empieza ahora, en mitad de la noche profunda. Nuestro protagonista se desveló, parece que hay algo que lo inquieta y se acomoda al borde de la cama y un pensamiento le recorre la mente, “el desván”, por que habré pensado eso, se pregunta el, así que se levanta y se dirige hacia el desván, con paso firme y seguro hacia el. Nuestro protagonista nunca ha sido supersticioso ni miedoso pero ese día algo le recorría por dentro una sensación extraña y se preguntaba qué podría ser.


Cuando quiso darse cuenta estaba delante de un baúl antiguo. Uno que no recordaba tener. Obvio, lo abrió y sacó recuerdos suyos de su interior, recuerdos antiguos, algunos muy antiguos. Libretas del instituto, libros viejos, cintas VHS y casetes de música. Ojeó uno y se puso colorado al leer la cantante y lo dejó apartado. Pero un viejo diario le llamó la atención.


Al cogerlo un par de fotografías se cayeron al suelo. Las recogió le quito el polvo y las vio. Eran un par de fotos, subidas de tono, de un antiguo amor. Con el mensaje “recuérdame” en una y “siempre” en otra. Al fijarse mas detenidamente en las fotos se ruborizo y notó como su miembro apretaba de sobremanera el pantalón de su pijama.


Pero lo extraño empieza ahora.


Justo en ese instante apareció en otra habitación, parece la suya de cuando era joven… ¿cómo es eso posible? Se preguntó. Pero una puerta se abrió y allí apareció ella. Sentía un escalofrío solo de verla, sus ojos clavaron en cada una de las partes de su cuerpo y un fuego se apoderó de él. Viéndose liberado decidió dejarse llevar y acercarse a ella, a tocarla, besarla y acariciarla. Es un recuerdo, pero nota su calor en las yemas de sus dedos, esto le inquieta, pero en ese instante su amada decidió desprenderse de su ropa y esa inquietud que le recorría dio paso al deseo y la lujuria.


Nuestro protagonista, introdujo su cabeza entre los senos de su amada, un gesto de cuando estaban juntos que siempre hacia reír a ambos, y aspiró el aroma de su amada, era su olor, de eso no había duda. Dos lagrimas recorrieron su mejilla, ella las lamió. Se fundieron en un abrazo, mientras ella le ayudaba a desvestirse de su ropa, la poca que le quedaba.


Él comenzó a besar cada centímetro de su cuerpo hasta llegar a su templo. Queria volver a recordar cuál era el sabor de su amante. Parece que nuestro protagonista no había perdido la practica viendo cómo ella disfrutaba. Se le ve feliz, sonriendo. Siempre habían disfrutado mucho del sexo ambos y eso se notaba en el ambiente.


Pero mejor sigo contando por donde iba…


Mientras él estaba dando todo el placer que podía con su lengua, ella le agarraba su cabeza y se acaraciaba sus propios senos. Siempre se permitía llegar al éxtasis cuando él la devoraba porque sabia cuanta excitación le producía esta a nuestro protagonista.


Ella agarro su cabeza para acercar sus labios a los suyos y fundirse en un beso en el que sus lenguas bailaban al compas sus cuerpos. La excitación era palpable y ella presa del deseo acomodó sus caderas y agarró el miembro de nuestro protagonista y se lo introdujo dentro.


El deslizó sus manos hasta las caderas de ella y comenzó, primero nueve y cada vez mas intenso a embestirla. Los gemidos se intercalaban entre uno y otro, ambos dos presas de sus deseos. Ella rodeaba con sus brazos su cuello sin dejar de besarlo. Él colocó una mano en la espalda de ella y otra en la cintura para poder penetrarla sin restricción y con deseo, mientras besaba su cuello.

La temperatura empezaba a aumentar y sus cuerpos sudorosos necesitaban un cambio de posición para seguir disfrutando de esa cita.


Ella tumbó a nuestro protagonista en la cama. Paseó su lengua por sus muslos y cuando nuestro protagonista inclinó su cabeza hacia atrás fruto del placer, ella se colocó encima e introdujo su miembro en su interior.


El placer era tal que ambos eran conscientes de lo efímero que era ese momento. Así que mientras ella posaba sus manos en su pecho, él, hacia lo propio con los senos de ella; todo esto sin dejar de gemir ambos.


Los dos explotaban en un grito sordo,  mientras  llegaban al éxtasis uno con el otro, sin dejar de mirarse y justo en ese instante, con sus manos entrelazadas.


Y justo en ese instante mientras sonreían. Nuestro protagonista vuelve a su desván, ahora sin ella. Sudado y desnudo, con claros síntomas de haber mantenido relaciones sexuales hace apenas un momento.


Aún jadeante y perturbado mira a su alrededor y descubre perplejo que no se ha movido de allí… ¿pero cómo era posible? Era todo tan real. Incluso notaba como había vaciado su interior, manchando el suelo de su desván.


Era algo inaudito se dijo a si mismo. Examinó con mas detenimiento las fotos, viendo que en el reverso había un numero de teléfono.

Curioso llamó a el numero, y al otro lado de la linea se escuchó un buzón de voz, era imposible que hubiera mantenido el mismo numero después de tantos años, de repente el buzón de voz dijo algo que lo desconcertó


-si desea revivir el sueño pulse 0


¿El sueño? Pregunto en voz alta él.

No obtuvo respuesta, así que marco la tecla 0, antes de que el contestador terminase de hablar. Y entonces nuestro protagonista desapareció..


Me gustaría deciros que fue de vuelta a su sueño, con su amor de instituto…

Pero creo que esta afirmación no me es posible de pronunciar, creo que simplemente se alma acabó en otro lado, uno mas oscuro y lúgubre.


¿Que como lo se?


¿Quién os pensáis que está relatando esta historia?, ¿Quién creéis que escribió ese numero de teléfono en el reverso de las fotos? ¿Y quién lo introdujo por primera vez en ese sueño?


¿Quién creéis que posee ahora su alma?



¿Queréis más pistas? Pues solo tenéis que soñad con lo que mas desees, y gustosos, os haré una visita por la noche y os daré los que pidáis… por la eternidad….


 

viernes, 19 de marzo de 2021

Legendary Movie Cars "Regalia" by Manuel J. Iniesta

 Legendary Movie Cars "Regalia" by Manuel J. Iniesta

REGALIA (レガリア, Regaria en japonés)




El Regalia (レガリア, Regaria en japonés) es el principal medio de transporte del videojuego Final Fantasy XV, un coche perteneciente al Rey Regis que Noctis y sus amigos usan para viajar a lo largo y ancho de Eos. Simboliza el mundo abierto de Final Fantasy XV y la idea de "libertad". El Regalia también simboliza a su dueño Regis, siendo una metáfora de la unión que Noctis comparte con su padre.

De acuerdo con el director Hajime Tabata, el Regalia puede considerarse como un miembro más del grupo de Noctis, pues de hecho el grupo suele referirse al Regalia como persona mas que como vehículo.

jueves, 28 de enero de 2021

Los Placeres de la Carne (Re-Edición)

Los Placeres de la Carne (Re-Edición)

Relato perteneciente al primer libro de “Confesiones de una Cabra Nocturna”


Escrito por Manuel J. Iniesta

Ilustrado por Manuel J. Iniesta


Una pequeña exclamación surgió de mi boca, como si estuviera en pleno momento álgido de pasión, lo cual no era del todo necesario.

Mis dedos acariciaban un símbolo fálico de cuya punta emanaba un líquido blanco comparable con la ambrosía de los dioses.

Al notar este tacto entre tus manos, tu único pensamiento, al igual que el mío, fue el de introducir este artefacto en mi boca. En ese momento arranqué de mi ser otro gemido embriagador, notando como este manjar recorría mi barbilla, hasta caer un par de gotas en la punta de mis pies desnudos. Pero, como no hacerlo si no hay nada más placentero de comer nata a escondidas en mitad de la noche, sobre todo si es desnatada… o no? 




Immortan Joe by Manuel J. Iniesta

 

Immortan Joe by Manuel J. Iniesta

Immortan Joe by ManuelJIniesta 
Fanart of Immortam Joe, Mad Max 
Digital Art with Procreate



We Are Not Things by ManuelJIniesta

 

We Are Not Things by ManuelJIniesta

We are not Things by Manuel J. Iniesta
Fanart of Furiosa, Mad Max
Digital Art with Photoshop



WasteLand by ManuelJIniesta

 

WasteLand by ManuelJIniesta

WasteLand by ManuelJIniesta
Fanart of Wasteland, Mad Max
Digital Art with Photoshop